jueves, 20 de febrero de 2014

Visita al Parque de las Ciencias

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miércoles, 5 de febrero de 2014

¿Qué comemos hoy?: Spaghetti alla carbonara (receta original)

No se puede decir que este plato sea uno de los más saludables de los que pueden hacerse con pasta, sin embargo viene aquí por dos motivos: que así me lo han pedido mis alumnos de 3ºA y que a diferencia de la receta más moderna, estos spaghetti no llevan nata, por lo tanto tienen menos contenido graso.
El vídeo pertenece a un canal de cocina italiano,Giallo zafferano (amarillo azafrán) que afortunadamente tiene una versión doblada al español.
La carne que originalmente se usa en Italia es la llamada guanciale, pero como aquí no tenemos usamos la panceta o el bacon. En la receta se usa el queso pecorino, que es un queso curado de oveja italiano, aunque se usa también el parmesano, que es mejor. Aquí puedes encontrar fácilmente en el súper el queso grana padano, que es muy similar al parmesano (parmigiano reggiano) para rallarlo.

¡Buen provecho!. Espero comentarios.



martes, 4 de febrero de 2014

Índice de Masa Corporal (IMC)


El índice de masa corporal (IMC) es una medida de asociación entre el peso y la talla de un individuo que se calcula dividiendo el peso en kilogramos por la altura en metros al cuadrado.




El valor obtenido no es constante, sino que varía con la edad y el sexo. También depende de otros factores, como las proporciones de tejidos muscular y adiposo.

Según el IMC podemos saber el estado nutricional de una persona:
IMCClasificaciónRangos
<18,5Peso insuficienteMenos de 63,97 kg.
18,5-24,9NormopesoEntre 64 y 86,46 kg.
25-26,9Sobrepeso grado IEntre 86,49 y 93,37 kg.
27-29,9Sobrepeso grado II (preobesidad)Entre 93,41 y 103,75 kg.
30-34,9Obesidad de tipo IEntre 103,79 y 121,05 kg.
35-39,9Obesidad de tipo IIEntre 121,09 y 138,35 kg.
40-49,9Obesidad de tipo III (mórbida)Entre 138,38 y 172,95 kg.
>50Obesidad de tipo IV (extrema)Más de 172,98 kg.

En niños, adolescentes y ancianos los valores varían sensiblemente, de manera que la tabla para ellos es la siguiente


Trastornos alimentarios

Bajo la denominación de trastornos alimentarios se engloban una serie de síntomas, de carácter psicológico que desembocan en una alimentación desequilibrada o con profundas alteraciones. Las mas comunes son:
Anorexia nerviosa:  El individuo restringe drásticamente su dieta o bien provoca voluntariamente vómitos y abusa de laxantes y diuréticos dado que la imagen corporal que tiene de sí mismo es la de tener mucho sobrepeso.



Bulimia: Se producen ingestas de comida muy abundantes seguidas de la provocación del vómito, uso de laxantes o bien del ayuno.

Vigorexia: El individuo está obsesionado por  tener un aspecto musculoso, dedicando muchísimo tiempo posible al gimnasio y a entrenar. Tiene una dieta muy rica en proteínas y es frecuente que usen sustancias anabolizantes (aumentan la masa muscular).








OrtorexiaLos individuos que la sufren tienen una gran obsesión por los alimentos saludables y de un origen ecológico odiando y rehusando al resto de los mismos.



Fatorexia: En este caso la sintomatología es inversa a la de la anorexia, los individuos que la padecen están seguros de tener un peso y figura delgada cuando en realidad tienen sobrepeso u obesidad, lo que impide que tomen medidas para erradicar esta situación y sigan manteniendo inadecuados hábitos alimentarios.

DIETAS INEFICACES O PELIGROSAS

De vez en cuando surgen dietas milagrosas que prometen adelgazar rápidamente y con poco esfuerzo; la gran mayoría de ellas no sólo no son eficaces sino que además pueden tener efectos nocivos para la salud. Un ejemplo de ello es la famosa dieta del Doctor Dukan que está teniendo un gran éxito de público, basada en un consumo muy alto de proteínas eliminando lípidos y glúcidos lo que tiene como resultado (obtenido de la OCU: Organización de Consumidores y Usuarios).
  • Que no solo se pierde grasa, también mucha masa muscular (y con ella fuerza y salud).
  • Que tiene un efecto rebote: el propio Dukan lo menciona en sus libros como un inconveniente. Tras una experiencia de fuertes privaciones, nuestro organismo aprende la lección y reacciona asimilando mejor las calorías. Como previsión ante futuras dietas "milagro", nuestro cuerpo usa las breves treguas que le concedemos para reconquistar las reservas perdidas. Es posible recuperar todos los kilos perdidos en poco tiempo e incluso alcanzar un peso superior al de antes del régimen.
  • Perderemos mucha agua y someteremos a hígado y riñones a un trabajo agotador de eliminación de residuos (las proteínas generan más que los carbohidratos).
  • Nuestro hígado producirá mayor cantidad de cuerpos cetónicos, compuestos químicos que, a partir de ciertos niveles, son tóxicos para las células nerviosas.
  • Estreñimiento por falta de fibra, vitaminas y minerales.
  • Fatiga y calambres musculares por falta de azúcares.
  • Es un régimen caro (incluso si no se cae en ninguna de las “promociones Dukan”), ya que hay que consumir (y comprar) grandes cantidades de carne, pescado y marisco.
  • El propio Dukan reconoce en sus libros otros efectos secundarios como el mal aliento y una sensación de cansancio generalizado.
¿Cómo saber si una dieta es errónea o peligrosa?

 Por norma debemos desconfiar de todas aquellas que:
•Prohíban ingerir alimentos básicos. Podemos sufrir graves carencias nutricionales.
•Establezcan una lista de alimentos buenos y malos. Todos los alimentos son buenos y todos tienen cabida, en mayor o menor medida, en una dieta.
•Resulten excesivamente hipocalóricas. Ingerir menos de 1000-1200 kcal diarias, ralentiza el metabolismo basal y se adelgaza menos. Además, el organismo tiende a acumular calorías en forma de grasa para prevenir futuras carencias.
•Prometa pérdidas de peso rápidas. No conviene adelgazar más de medio kilo o un kilo por semana. Si pierdes más, lo recuperarás antes.



Ojo con el Fast Food

Se denomina Fast Food (comida rápida, en inglés) a la que se prepara y consume de manera rápida en locales específicos en los que se expenden algunos de los siguientes productos:

  • alimentos de influencia y características anglosajonas, como hamburguesas, salchichas y patatas fritas acompañadas de salsas diversas (mayonesa, mostaza, ketchup…).
  • alimentos de procedencia mediterránea, como pizzas, bocadillos y kebabs (pinchos de carne adobada de origen árabe envueltos en pan de pita y acompañados de vegetales y salsas de yogur).
  • alimentos típicos de otros países que constituyen una novedosa forma de comida rápida, como los burritos mexicanos o la comida china, además de la amplia gama de productos precocinados (lasañas, canelones, paellas, empanadillas, croquetas…), cada vez más demandados por los consumidores.
Debemos reseñar en primer lugar que, mientras que no se convierta en un hábito ni se sustituyan alimentos básicos, el consumo de este tipo de comidas no representa inconveniente alguno para la salud. Eso sí, es importante conocer los peligros nutricionales que conllevan:
  1. Excesiva energía: Con tan sólo una comida fast food se ingiere más de la mitad de la energía diaria necesaria. Si a ello añadimos la energía aportada por el resto de comidas del día, el contenido energético de la ingesta total se dispara y se favorece el exceso de peso.
  2. Demasiada grasa y colesterol: Las grasas saturadas -en exceso tienden a aumentar los niveles de colesterol en sangre- y el colesterol son abundantes en estos productos debido a las salsas a base de huevo, mantequilla, nata, manteca y otros ingredientes grasos que se emplean en su elaboración, y a los aceites de coco y palma que se usan en la fritura.
  3. Digestiones difíciles: En la mayoría de las ocasiones los alimentos están fritos, empanados o rebozados, por lo que se enriquecen en grasa, que calentada resulta aún más indigesta.
  4. Abundantes aditivos: En general, estos productos contienen más sal que los que se preparan en casa, en parte porque el sodio se utiliza como conservante. Además, para conseguir el aspecto deseado en cuanto a color, olor, sabor y textura llevan añadidos conservantes, colorantes, antiapelmazantes, estabilizantes, etc.
  5. Estos platos suelen incluir condimentos fuertes o aditivos que potencian el sabor y que estimulan el apetito y, con el tiempo, alteran la percepción del sentido del gusto y crean hábito.
Un estudio llevado a cabo en el Reino Unido en 2009 reveló que el kebab medio contiene un 98 por ciento de la dosis diaria recomendada de sal para una persona, casi 1.000 calorías (el doble que un Big Mac), equivalente a la mitad de las necesidades diarias de una mujer, y casi un 150 por ciento de la cantidad diaria de grasa saturada.
Os dejo un vídeo de como se fabrican los trozos de carne de los kebabs.



¡¡¡Hamburguesas!!!

Os dejo información sobre los productos de algunas de las principales cadenas de fast-food (comida rápida) que podemos encontrar por aquí.


6 propuestas saludables para quien no quiere dejar de comer hamburguesas

  1. No comprar las hamburguesas más grandes: cuanto mayor sea su peso, más grasas saturadas y más calorías aportan a nuestro organismo.
  2. Informarnos de cómo es nutricionalmente la hamburguesa que más nos gusta. Hay diferencias importantes, por ejemplo en cantidad de grasas saturadas y en aportación de calorías, entre unas y otras hamburguesas.
  3. Pasar del queso, quitarlo de la hamburguesa y dejarlo en el plato. Nuestro organismo se ahorra así mucha grasa saturada y muchas calorías. Otro tanto puede decirse del bacon.
  4. Salsas, en pequeñas cantidades, y tengamos en cuenta que la mayonesa aporta siete veces más calorías que el ketchup o la salsa barbacoa; y que la mostaza tiene el doble de sal que el ketchup.
  5. Patatas fritas: lo mejor, no pedirlas y sustituirlas por ensalada. Pero si se piden patatas fritas, elegir la ración más pequeña.
  6. Refrescos, siempre la versión light: no aportan calorías.